El colegio ha celebrado el Día de Santa Cecilia, patrona de la música, con un espectacular concierto en el que el alumnado viajó a través de los sonidos y las danzas de distintos países del mundo. El escenario se convirtió en un mosaico cultural lleno de ritmo, color y tradición.
El recorrido comenzó en India, con melodía llena de energía y movimientos precisos. Después, el público viajó hasta Egipto, disfrutando de la emblemática danza del sable, ejecutada con gran coordinación y expresividad.
La siguiente parada fue Norteamérica, con una representación inspirada en los pueblos hopi, en la que sonó la música shima. Desde allí, el espectáculo se trasladó a China, donde la conocida flauta dizi llenó el ambiente con sus tonos característicos.
El viaje continuó por Latinoamérica y Centroamérica, con un homenaje a Perú, donde el alumnado sorprendió con el sonido ancestral de las vasijas silbadoras, y a México, a través del peculiar instrumento llorón, que despertó la curiosidad del público.
En Turquía, el ritmo adoptó un carácter espiritual con la representación del giro sufí, una danza tradicional de paz que transmitió serenidad y belleza. Finalmente, el espectáculo concluyó en África, con una vibrante muestra musical inspirada en el Congo y en los ritmos de la música afrocolombiana, que llenaron el escenario de fuerza y vitalidad.
Una celebración inolvidable que volvió a demostrar el poder de la música para unir culturas y emocionar a toda la comunidad educativa.